Señor Director:
Para evitar el improbable caso en que el violador demande visitas a la mujer que violó existen múltiples caminos razonables distintos y menos barbáricos que matar a su hijo. El dudoso ejemplo no es una razón atendible porque el fin no justifica los medios, y evidencia que la ley de aborto vigente no protege la vida del que está por nacer. Agradezco al profesor De la Maza (sábado) por conceder el punto.
Es curioso, no obstante, que cierto sector de la academia asuma la bandera de la autonomía para avanzar su agenda y luego abrace una suerte de determinismo histórico para oponerse a su revisión. Las conquistas del progresismo no constituyen obstáculos insalvables para la corrección de las injusticias (pensemos en el reciente fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos en el caso Dobbs). Hace un par de años era extremadamente improbable pensar que en Chile existiría la oportunidad cierta para terminar con la aberración del aborto. Hoy están los votos y el peso de una responsabilidad moral histórica.
Álvaro Ferrer Del Valle
Director Ejecutivo de Comunidad y Justicia