Entrevista en El Mercurio al intelectual Russell Ronald Reno, invitado a Chile por Comunidad y Justicia
Russell Reno, editor de la influyente revista estadounidense «First Things»: “Discrepo del impulso de denunciar a nuestros antepasados como cretinos morales”
Religión, política y vida pública son temas que aborda «First Things», donde participan personas de fe católica, judía y protestante. Aquí, su director se refiere a asuntos como la cultura woke, la fe en el mundo actual y los populismos. Este lunes 28, Reno hablará en Chile sobre su visión del «retorno de los dioses fuertes», invitado por la corporación Comunidad y Justicia.
Tanto en la revista en que trabaja, como en su propia casa, Ronald Reno (62) experimenta la convivencia entre distintas creencias. Su esposa es judía y crió a sus dos hijos en esta fe. Reno creció como episcopaliano y se convirtió al catolicismo hace unos años. En su hogar conviven distintos credos, al igual que en «First Things», una influyente revista de índole intelectual en la que escriben judíos, católicos, ortodoxos y protestantes de distintas denominaciones. Es calificada como la revista estadounidense más influyente sobre religión y vida pública, un medio clave para comprender el pensamiento conservador actual.
Doctor en filosofía en Yale y académico durante décadas en la universidad jesuita de Creigthon College, el periodista y escritor dirige «First Things» desde 2011. Explica que allí «los redactores y lectores de la revista estamos unidos en dos convicciones. En primer lugar, nos preocupa que una sociedad secular carezca de peso o sustento moral y espiritual. Sin un horizonte de trascendencia, la política se convierte en un ídolo y la ideología en teología. En segundo lugar, creemos que la obediencia a la autoridad de Dios profundiza nuestra humanidad»
Tras celebrar Thanksgiving con su familia («en Baltimore, donde nací y crecí. Es una festividad muy importante y familiar»), Reno viajó a Chile para impartir, este lunes 28 a las 18:00 horas, una conferencia que celebra el décimo aniversario de la corporación Comunidad y Justicia, dirigida por el abogado Álvaro Ferrer. En la ocasión se lanzará la revista digital «Suroeste», que mantendrá nexos con «First Things». En un tono afable, pero agudo y preciso -nada de palabrería innecesaria-, Reno conversó con «El Mercurio» desde Nueva York.
— Hay cierto consenso en que hoy vivimos en una sociedad secular. Pero a juicio de «First Things», «no hay evidencia empírica de esa afirmación, al menos en Estados Unidos. Los estadounidenses parecen ser incorregiblemente religiosos». ¿Por qué cree que sucede eso?
“G. K. Chesterton observó que la estadounidense es una nación con ‘alma de iglesia’. Quizás el idealismo moral estadounidense nos impulse a estar abiertos a la trascendencia. A un nivel más mundano, podría decirse que la política estadounidense no experimentó la batalla altartrono versus liberalismo, que caracterizó a muchas sociedades europeas. El socialismo secular tampoco se impuso en Estados Unidos. En pocas palabras, el cristianismo tenía pocos enemigos. Eso está cambiando hoy en día. La revolución sexual ve al cristianismo tradicional como su enemigo».
— ¿No habría que reconocer un pasado intolerante de parte de religiones como la católica y protestante?
“Discrepo y soy hostil al impulso moderno de denunciar a nuestros antepasados como cretinos morales. El pluralismo trajo muchas cosas buenas, pero a un gran costo. Nuestras sociedades son más ‘planas’ que en el pasado, pues el pluralismo nos anima a centrarnos en las preocupaciones materiales que todos compartimos, lo que llamo los ‘dioses del hogar’”.
El César y Dios
—“La religión cautiva de la vida pública tiene poca utilidad pública», señalaba el número inaugural de «First Things». ¿Por qué no es sano mezclar «la ciudad de Dios» y la «ciudad del hombre» si tienen puntos de encuentro?”
“La religión frena el poder mundano. Debemos dar al César lo que es del César y nada más. Cuando la iglesia se convierte en un puntal del poder establecido, se vuelve mundana. La sal pierde su sabor. Dios exige nuestros corazones, mentes y almas y ningún sistema político debería pedir la fe de la manera total en que Dios la pide”
— La vida pública tiene mucho que ver con la cultura. Y el movimiento woke está hoy muy presente en los medios de comunicación, la cúpula empresarial y la esfera cultural. Si se supone que el estadounidense medio es religioso, ¿no revela eso un debilitamiento religioso?
“Sí, el mundo woke representa una variedad de movimientos de identidad y liberación, todos ellos utópicos. En este sentido, están relacionados con el marxismo, que era hostil a la trascendencia. La toma de gran parte de la cultura pública por parte de activistas woke hace que la sociedad sea cada vez más anticristiana. Sucede en gran parte porque en la última generación, las universidades se han convertido en una iglesia secular”.
—Dice que el progresismo “insiste en un nuevo futuro del cual es muy pesimista”.
“Hoy se derriban las estatuas, pero no se levantan. Se denuncia a Occidente, pero no se ofrece ninguna alternativa. Los jóvenes creen que el mundo está condenado a una catástrofe climática. Muchos insisten en que la sociedad es ‘sistémicamente’ racista o, de alguna otra manera, malvada en su propio ADN. Ya no está esa vieja confianza del comunismo de tener la ‘historia’ de su lado».
—Una de las bases del liberalismo clásico es la libertad de religión, de educación y de expresión. ¿Cree que el movimiento woke amenaza esas libertades? ¿Por qué no ha existido una reacción mayor del mundo liberal?
“Yo participo del punto de vista de Leo Strauss. El liberalismo por sí solo no puede sostenerse. Requiere tradiciones y valores preliberales, como el honor, el valor y el espíritu. El movimiento woke gana poder, pues propone ‘dioses fuertes’ como la equidad y la justicia, sin los cuales la libertad queda vacía. Ante esto, los liberales de nuestro tiempo no ofrecen ninguna alternativa. Nuestro trabajo es llenar este vacío. En pocas palabras, la fe en Cristo es el fundamento más seguro de la libertad personal. Y una población religiosa es el fundamento más seguro para una sociedad libre”.
Oligarquía global
—Usted subrayó hace poco que “la Organización Mundial del Comercio y otros pilares de la economía global actual fueron construidos por los gobiernos, no por los mercados. Utilizar el poder del gobierno para limitar el capitalismo debe formar parte de cualquier conservadurismo que tenga en cuenta la vida de los ciudadanos de a pie”. ¿Llama a una decidida intervención estatal? ¿Cuál es el límite?
“El Estado debe intervenir cuando la prudencia lo exija. Lo que necesitamos es un buen juicio sobre las realidades económicas, sociales y políticas, no principios sucedáneos que pretendan establecer límites. Vivimos en una época en la que las corporaciones globales son más ricas que los países soberanos. Esto amenaza con transformar nuestros países en provincias de una oligarquía remota y desvinculada. Valoro la soberanía política -una condición necesaria para la democracia-, más que los mercados libres. Debemos hacer algo para acabar con el poder de la oligarquía globalizada”.
—A su juicio, el énfasis en una sociedad abierta, sin fronteras entre naciones, géneros y otros conceptos, sería la “imposición de una élite”. ¿Por qué?
“Al principio, la ambición era diseñar un mundo en el que el totalitarismo fuera imposible, y un mundo abierto del que el dios fuerte hubiera sido desterrado. Con el tiempo, se hizo evidente que un mundo sin fronteras está más abierto al comercio, más disponible para los mercados. Y se hizo evidente que las personas desarraigadas y desorientadas son más fáciles de dominar. Así, nuestra élite tecnocrática ha desarrollado poderosos intereses en la ‘apertura ilimitada”.
Dioses fuertes
—Su libro “Return of the Strong Gods”, habla sobre un posible cambio de época, con un hombre en busca de «dioses fuertes», como mostraría la guerra de Ucrania. ¿Qué entiende por “dioses fuertes”?
“Es una metáfora y se refiere a las tradiciones, las comunidades y las verdades que nos inspiran amor y lealtad. Los dioses fuertes anclan nuestras vidas: la fe, la familia y la bandera son ejemplos clave”.
—¿Esta búsqueda no arriesga caer en fatídicos nacionalismos o populismos?
“Desde la caída del hombre, lo que es correcto y bueno ha sido objeto de perversión y mal uso. Claro que los dioses fuertes pueden volverse perversos, como sugiere. Pero la libertad también puede ser mal utilizada. Una sociedad libre puede convertirse en una sociedad de mera licencia y la tolerancia puede convertirse en indiferencia. La igualdad puede convertirse en un principio de nivelación brutal que justifique males terribles, como muestra la historia. No hay un sistema perfecto, no se puede escapar de la necesidad de la virtud”.
—En Estados Unidos existen prestigiosas universidades católicas, como Georgetown o Notre Dame. Usted tiene una visión crítica del mundo universitario y señala que en esos centros también se extiende una peligrosa cultura académica. ¿En qué sentido?
“Esas universidades católicas se benefician de su afiliación a la Iglesia. Ponen freno a los peores excesos del movimiento woke y protegen, hasta cierto punto, a los que disienten. Pero hay que hacer las paces con el radicalismo cultural progresista si se quiere sobrevivir como universidad de élite. Notre Dame y Georgetown buscan estar en buenos términos con la revolución sexual, por ejemplo. Dadas las realidades sociales de 2022, tal vez es inevitable, pero uno desearía más coraje y un poco más de espíritu de lucha”.
Daniela Constantino y Gustavo Baehr: «Vulneraciones a la libertad religiosa en Nicaragua»
SEÑOR DIRECTOR:
La Cámara de Diputados, mediante un proyecto de resolución, condenó las graves vulneraciones a la libertad religiosa que han ocurrido y continúan ocurriendo en Nicaragua.
Sin duda, esto es un mínimo gesto de solidaridad con las Misioneras de la Caridad, el obispo Rolando Álvarez, el pastor Henry Aguilar y todas las víctimas de las injusticias perpetradas por el régimen de Daniel Ortega.
Daniela Constantino
Gustavo Baehr
Abogados de Comunidad y Justicia
Roberto Astaburuaga: “Ser o no ser inmovilista”
Ni el 18 de septiembre, ni el 18 de octubre, ni el 15 de noviembre pudieron ser la fecha simbólica para cerrar el segundo acuerdo constitucional. Quedan pocas posibilidades de que exista una discusión clara antes de fin de año. Quizás el 24 de diciembre, conmemorando la publicación de la Ley N.º 21.200, que regulaba el proceso constitucional. O a lo mejor guardan esa fecha para la publicación de la ley y no para cerrar el acuerdo.
Pero con cada día que pasa, con cada reunión infructífera, con cada cónclave mediador del oficialismo, el acuerdo se ve lejano. Un ultimátum tras otro, recriminaciones y frustración por la lentitud de las negociaciones es la tónica. La razón: el corazón del acuerdo. El tipo de órgano y la forma de elección de sus integrantes. Se han hecho los cálculos electorales para buscar la fórmula que más acomode a los comensales, pero hay temor que el plato sea más grande para los invitados nuevos o los que se han levantado de la mesa.
A diferencia del primer y segundo acuerdo, el tercero permite revisar la coherencia del argumento de quienes todavía promueven la vía constitucional como único remedio posible a la crisis política por la que pasamos.
El mandato inmortal de tener una nueva Constitución surge con la votación de la primera papeleta del plebiscito de entrada. La votación de la segunda papeleta contiene la solución del tercer acuerdo: que el órgano redactor sea una Convención Constitucional. Pero las reglas que alteraron la representación y el desempeño de los convencionales impiden repetir el experimento, por lo que se proponen y desechan nuevas fórmulas. Y surge la pregunta ¿Por qué sólo se respeta el resultado de la primera papeleta? ¿Cuál es el criterio para distinguir? ¿No fue acaso la misma “voluntad ciudadana” la que se expresó el mismo día? Porque si la razón es que debe revisarse el mecanismo de la segunda papeleta para volver real lo decidido en la primera, también se puede revisar el mecanismo de la primera para volver real la vía idónea de resolver las injusticias sociales.
Respetan el resultado del plebiscito de entrada solo en la medida que se acomoda a sus planteamientos inamovibles y ajustan en lo que les incordia. No hay coherencia argumentativa, y si no existe es necesario buscar otras soluciones o proponer marcos de discusión diferentes.
Rey y centro de los corazones
Rosario Izquierdo Ruiz-Tagle
“El gran mal, el mal de males de nuestra sociedad actual, es el haber perdido el sentido de lo sobrenatural, de lo divino”, decía hace ya un siglo el padre Mateo Crawley, sacerdote chileno de los Sagrados Corazones. Nuestra sociedad se ha vuelto profundamente naturalista, no somos capaces de reconocer algo trascendental a nosotros mismos. Esto tiene una doble consecuencia: por un lado, la falsa conclusión de que esta es la única vida, que debemos aprovechar al máximo, pues después no hay nada más: “comamos y bebamos que mañana moriremos». Por otro lado, la negación de lo sobrenatural nos lleva a la exaltación de la autonomía del hombre: no hay una norma superior a nosotros mismos, es decir, el mismo hombre es su propio límite.
Es urgente volver a sobrenaturalizarlo todo. Y como dicen: A grandes males, grandes remedios. Como vio santa Gertrudis, la devoción al Sagrado Corazón estaba reservada para los últimos tiempos de la sociedad, como remedio de la languidez y para remediar la indiferencia de los hombres hacia Dios. El corazón de Jesús es el centro de toda vida cristiana y manantial de toda gracia divina; por eso el Señor nos promete que de allí vendrá el renacer de las almas y la regeneración de toda la sociedad. Este es el único antídoto contra los males de este mundo, el único recurso eficaz para restaurar todas las cosas.
Mateo Crowley, comprendió lúcidamente que el problema social se solucionaba en el interior de la familia, que “es el núcleo de la sociedad, es la fuente de vida, por eso, si se envenena la fuente perece toda la nación”. De ahí la importancia de que las familias reconozcan a Cristo como Soberano, y en eso consiste la costumbre de “entronizar” al Sagrado Corazón: se pone a Cristo en el trono de cada familia, para así “inocular de tal modo profundamente a Jesucristo y la savia de su Amor divino en el hogar, en las raíces mismas de la educación familiar, que el árbol sea, por ende Jesucristo mismo en flores y frutos”.
El padre Mateo dedicó gran parte de su apostolado a entronizar el Corazón de Jesús en las casas chilenas ―entre ellas, en la de Juanita Fernandez Solar, mejor conocida como Teresita de los Andes― como medio para iniciar la instauración de su Reinado Social. Dado que queremos que Cristo reine en toda la sociedad, debe primero reinar en su célula básica, que es la familia. Este acto, tan sencillo y profundo a la vez, consiste en “el reconocimiento oficial y social de la Realeza amorosa del Corazón de Jesús en una familia cristiana”. Alrededor de 1910 un millón y medio de familias en todo Chile y América había acogido esta devoción. De este modo, hacía presente las palabras del Papa Pío XI: «Salvando la familia se salva la sociedad. Emprendéis una obra de salvación social, consagradle vuestra vida».
El padre Crowley veía cómo la sociedad se iba alejando de Dios, dejándose llevar por el “mal terrible, arrollador del laicismo social y político”, “ese modernismo nefasto y ominoso que pretendía destronar a Jesús y desterrarle de la vida familiar, social y nacional, reduciéndolo a un Rey de burla y de sacristía”. Para hacer frente a esto fue necesaria la “Cruzada de la entronización”, en España, Chile, Argentina y Uruguay. Pero como se apuntaba al reinado de Cristo en toda la sociedad política ―también en el orden temporal―, el padre Mateo preparó la Consagración de España al Corazón de Jesús. Poco después, el Papa proclamó la fiesta de Cristo Rey.
Hoy vivimos tiempos no menos difíciles que aquéllos. Es como si nuestro Chile gritara: “¡no queremos que él reine sobre nosotros!” (Lc. 19, 14). Resuena esa consigna a través de las leyes que proponen al mismo hombre como única medida y norma, o en educación cuando no somos capaces de educar a nuestros niños en los valores cristianos y preferimos asegurarles el éxito mundano. Quitamos a Dios de nuestras familias cuando no le damos el espacio que le corresponde. En nuestros trabajos, amistades y actividades de cada día, quizás no con palabras, pero sí con las obras, le pedimos al Señor que se vaya de nuestro territorio (Cfr. Mt. 8, 34).
Para que venga su reino es necesario volver a proclamar que “a Dios queremos en nuestras leyes, en las escuelas y en el hogar”, como se cantaba antes en las misas de campo.
“Reinaré a pesar de mis enemigos”, dijo Jesús al padre Bernardo de Hoyos. Él quiere establecer su imperio de amor. No quiere gobernarnos por temor o por la fuerza, sino que quiere hacerlo solamente por el poder del amor. Como dice Henri Ramière: “dominar todos sus feroces instintos con la debilidad voluntaria de la dulzura; apagar las vergonzosas concupiscencias con el encanto austero de la pureza; ahogar todos los egoísmos con los lazos de la abnegación; vencer la pereza con el heroísmo del sacrificio, y la codicia extremando la renuncia”. El amor es la única arma que trae este Reino y con ella quiere curar todas nuestras heridas.
Roberto Astaburuaga: “¿Y una Mesa de Prioridades Legislativas?”
“Les propongo: pongámonos de acuerdo de manera inmediata en los 30 proyectos de ley que de izquierda a derecha necesitamos desempolvar en este Congreso y aprobar, la agenda que a la gente le importa”. No lo dijo un representante del Rechazo el 5 de septiembre, sino que el ex vocero del Apruebo y nuevo Presidente de la Cámara de Diputado, Vlado Mirosevic.
Pero el que mucho abarca, poco aprieta y refranes similares evidencian la ausencia de realismo de quienes quieren hacer mucho y no pueden cumplir. Algo así ocurre con la discusión constitucional.
Una primera duda surge sobre qué es lo más importante y cuál es el chicle ¿llegar a un acuerdo constitucional o priorizar el trabajo legislativo relacionado con las injusticias sociales? Si es lo segundo, bastante irrespetuosa la forma de considerar los dolores justificados de la ciudadanía; pero si es lo primero, no sería precisamente cierto, atendido la ausencia absoluta de acuerdos para priorizar la resolución de las injusticias sociales.
Pareciera que el tema constitucional es el verdadero chicle, un cruce entre un signo de despreocupación y la molestia de tenerlo pegado en la suela y del que es imposible deshacerse. Si lo fuera, entonces los políticos serían como esos rumiantes impávidos que mascan y mascan. Pero si el tema constitucional se refiere a ese movimiento enérgico de las piernas similar al de un montañista ansioso de llegar a la cima, claramente el chicle fue escupido antes de iniciar la escalada. Y pareciera que esta segunda opción es la que vemos hoy en día.
El 15 de noviembre de 2019, en una declaración política transversal, se acordó buscar un “procedimiento inobjetablemente democrático” para dar “una salida institucional cuyo objetivo es buscar la paz y justicia social”, pero el acuerdo sólo se refería a los elementos esenciales del procedimiento para tener una nueva Constitución. Casi tres años después no se han dado pasos para resolver la “crisis política y social” y la posibilidad de tener una nueva Constitución se desvanece cada vez más rápido.
Resulta desconcertante que en estos tres años no se haya creado ni promocionado una Mesa de Prioridades Legislativas para corregir las injusticias más urgentes, teniendo en cuenta que existen, al menos, 27 comisiones en la Cámara de Diputados y 25 en el Senado.
Pero quizás he ahí la respuesta: revisando los proyectos de ley, sorprende la cantidad que no guardan relación con lo que la ciudadanía merece. Lo mismo ocurre con las urgencias legislativas: se presentan en temas no prioritarios y no se presentan en los que sí lo son. Ejecutivo y Legislativo unidos, la injusticia no será atendida… y peor aún, muchas veces se promueven injusticias por vía legal.
Así como ya van dos acuerdos constitucionales y se conversa el tercero (con el descanso de la negociación por la presidencia de la Cámara), en algún momento los parlamentarios deberán sentarse a determinar cuáles son los proyectos más importantes y revisar que las urgencias legislativas del Presidente sean las correctas. Y Mirosevic ya dio el primer paso.
Quienes se niegan a dar por cerrada la discusión constitucional señalan que, si no se hace ahora, no se hará nunca. Pero podría argumentarse lo mismo respecto a las injusticias sociales. ¿Por qué realmente alguien cree que los parlamentarios estarán discutiendo con el mismo ahínco las iniciativas legales más importantes, cuando saben que quitarle un ojo al órgano redactor será exponerse a nuevos intentos refundacionales?
Novedades del Área Judicial
Este mes logramos un triunfo en la Corte de Apelaciones de Santiago. El caso es una acción penal por el delito de injuria, presentada por una directora de un liceo emblemático de Santiago, en contra de los miembros del Directorio Comunal de Santiago del Colegio de Profesores. Dicha directora se esforzó por cumplir la ley y terminar con la violencia en los establecimientos educacionales en que le ha tocado trabajar. Por ello, ha sido víctima de una verdadera campaña de cancelación por parte de los dirigentes gremiales de la comuna. La querella fue declarada inadmisible en el Juzgado de Garantía, resolución que este mes fue revocada por un fallo unánime de la Corte de Apelaciones. En consecuencia, el procedimiento penal deberá continuar su tramitación normal.
Además, continúa el proceso en el que representamos el Frente por la Vida. Esto por haber sido discriminados arbitrariamente por colgar un lienzo conmemorativo del Día Nacional del que está por Nacer y la Adopción en la fachada de un edificio público (siendo que otros lienzos de contenido altamente ideológico sí obtuvieron los permisos). La acción de no discriminación arbitraria que presentamos y tramitado, en razón del rechazo injustificado de la Delegación Presidencial Regional de Valparaíso por colocar un lienzo, sigue su curso ordinario ante el tribunal civil de Valparaíso. Recientemente, tuvo lugar la audiencia de conciliación, en la cual los mandatarios de la parte demandada manifestaron su desinterés en llegar a cualquier tipo de acuerdo, de modo que el proceso ahora pasará a su etapa probatoria.
En lo referido a la demanda de nulidad de derecho público contra la Convención Constitucional, lamentablemente sufrimos un traspié, ya que el Tribunal decidió acoger la excepción de incompetencia opuesta por la parte demandada, a pesar de los sólidos argumentos que expusimos en la demanda y en nuestra respuesta a las excepciones de la demandada. De ser efectivamente incompetente, el juicio terminaría. Sin embargo, hemos interpuesto un recurso de apelación en contra de esta resolución, el cual deberá ser conocido por la Corte de Apelaciones de Santiago.
En cuanto al seguimiento de la implementación de la Ley N° 21.030 que legalizó el aborto en tres causales, este mes terminamos de recibir las respuestas de una cuarta solicitud de transparencia realizada a 76 órganos públicos, entre Hospitales y Servicios de Salud, durante agosto. Esta cuarta solicitud incluyó, al igual que las anteriores, preguntas específicas con el fin de obtener la mayor cantidad de información de cada caso. Con todo, a diferencia de las otras solicitudes, en esta agregamos preguntas relativas al destino de los restos del feto abortado o que fallece a los pocos minutos de nacer. Lo obtenido, será de gran ayuda para informar sobre la realidad detrás de la aplicación de esta ley nefasta e idear vías para su restricción y eventual derogación.
R.R. Reno en Chile
Comunidad y Justicia trae a Chile al editor de la Revista First Things, en el marco del décimo aniversario de la Corporación y el lanzamiento de la Revista Suroeste
“Con mucha alegría les contamos que en el marco del lanzamiento de nuestra revista digital Suroeste, realizaremos un evento especial donde tendremos como invitado al editor de la revista First Things Russell Ronald Reno”, dijo Álvaro Ferrer, nuestro Director Ejecutivo. Los 10 años de nuestra Corporación felizmente coincidieron con el lanzamiento de nuestra revista digital, Suroeste. Para celebrar ambas cosas invitamos a Chile a R. R. Reno, figura pública estadounidense de enorme relevancia para la llamada batalla cultural, sobre todo teniendo en mira la promoción y defensa de la dignidad humana rectamente entendida.
Russell Ronald Reno es un teólogo, doctor en filosofía por la Universidad de Yale. Comenzó su carrera como académico, pero posteriormente optó por dedicarse a tiempo completo a su proyecto First Things, prestigiosa revista de la que es editor y que ha resultado ser una fuente de inspiración fundamental para nuestra Revista Suroeste. Con razón, ha sido calificada como la revista americana más influyente sobre religión y vida pública y una de las revistas clave para comprender el pensamiento conservador actual, dirigida a promover una filosofía pública religiosamente informada para el ordenamiento de la sociedad. Es además autor del libro The Return of the Strong Gods, cuya actualidad nos interpela especialmente en estos tiempos de giros políticos donde han surgido populismos fuertes enfrentados a las oligarquías del establishment político y económico.
Roberto Astaburuaga: “Presupuesto trans”
“Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI”. Ese es el título de la ley, impulsada por la ministra Montero, que se discute actualmente en España. El contenido es una bomba cultural multicolor para los niños.
En lo que se refiere a la rectificación registral sobre el sexo y su adecuación documental se establece que los mayores de 16 años podrán cambiar su sexo sin otro requisito que su propia voluntad. Para los mayores de 14 y menores de 16, deben estar acompañados de sus padres y si ellos no consienten, se nombra un defensor judicial. Para que los mayores de 12 y menores de 14 años puedan modificar su sexo registral, se requiere la autorización de un juez que debe examinar el grado de madurez del niño. Como si no fuese suficiente, se presentó una enmienda para que los menores de 12 años puedan modificar solo su nombre según su autopercepción.
Pero esto es solo la punta del iceberg. Luego de un extenso neo vocabulario (similar a los reglamentos de la Convención) se establecen criterios y líneas generales de actuación de los poderes públicos; medidas para promover la igualdad efectiva de las personas LGTBI en materia laboral, de salud, ocio y deporte, medios de comunicación, familia e infancia, acción exterior y protección internacional; políticas públicas con el mismo objetivo; actualización de la cuantía de las sanciones, etc.
Se crea un Consejo de Participación de las Personas LGTBI que tiene por función “reforzar la participación en todos los ámbitos de la sociedad de las personas LGBTI y sus familias”; se crean distintivos para “reconocer a las empresas que destaquen por la aplicación de políticas de igualdad y no discriminación de las personas LGBTI”; se prohíben las terapias de conversión, “incluso si cuentan con el consentimiento de la persona interesada o de su representante legal”. Pero lo más grave, hasta el momento, es que “se prohíben todas aquellas prácticas de modificación genital en personas menores de 12 años, salvo en los casos en que las indicaciones médicas exijan lo contrario en aras de proteger la salud de la persona”, y si tienen entre 12 y 16 años, solo se permitirán cuando el menor “por su edad y madurez, pueda consentir de manera informada a la realización de dichas prácticas”. ¿Prácticas de modificación genital en menores de edad? No. Verdaderas mutilaciones y castraciones irreversibles.
En Chile somos más tímidos, aunque el Gobierno de Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático mira con admiración al Gobierno del PSOE y Unidas Podemos. La Ley de Presupuesto, en cuanto a la partida del Ministerio de Salud, contempla $4.301 MM para la ideología de género. Así, para el Programa de Apoyo a la Identidad de Género (PAIG) destina $3.272 MM para otorgar a los niños entre 3 a 17 años que padezcan de disforia de género acompañamiento por dupla psicosocial para “mejorar su capacidad de adaptación ante potenciales experiencias adversas de vida”; $940 MM para el Programa Salud Trans, en “acompañamiento afirmativo para la transición física a través de la terapia de supresión y reemplazo hormonal”; y $89 MM en capacitación a 3.480 funcionarios de los 29 Servicios de Salud mediante jornadas presenciales “para la sensibilización, reflexión y formación de competencias” a los funcionarios de la Atención Primaria de Salud con el objetivo de habilitarlos en “competencias básicas para acoger la demanda inicial de niños, niñas y adolescentes con género no conforme y sus familias”. Estos números corresponden a los principales incrementos del 2023.
Financiar la ideología de género en adoctrinar («capacitar») a los funcionarios de salud y ejecutar “terapias” de supresión y reemplazo hormonal en menores de edad pareciera ser más importante que destinar más recursos a seguridad, enfrentar la crisis económica o atender las urgentes demandas sociales.
Los propulsores de esta ideología en España y Chile, que niegan la ciencia y la evidencia al mismo nivel que los terraplanistas, ignoran (o prefieren ignorar) los retrocesos de los países precursores de este tipo de leyes. En Suecia, pionero en promover leyes trans que permitían el cambio de género desde los 12 años sin el consentimiento de sus padres, el hospital Karolinska (referente internacional en terapias de cambio de sexo) publicó un estudio en 2019 en el que avalaba los beneficios psiquiátricos de estas terapias, pero al año siguiente se retractó y en 2022 modificó sus protocolos para prohibir el uso de bloqueadores hormonales en menores de 18 años. Finlandia, durante el 2020, decidió priorizar las intervenciones psicológicas sobre las médicas. En Reino Unido, luego de la sentencia del Tribunal Supremo en 2020 que acogió la denuncia de una joven trans arrepentida de la aplicación de un tratamiento hormonal sin una evaluación psicológica previa, por considerar poco probable que los menores de 16 años pudieran consentir en someterse a un tratamiento con bloqueadores de pubertad. En Francia, el Consejo de la Academia de la Medicina ha aconsejado frenar el uso de bloqueadores de la pubertad por los graves riesgos para la salud de los niños que se someten a estos tratamientos. El Hospital Universitario de Careggi de Italia en 2016 publicó, junto al Centro Médico Universitario el estudio “Gender dysphoria in childhood” que concluía que a partir de los 10 estudios de seguimiento, cerca del 80% de los niños se arrepentía en la adolescencia de su incomodidad con su sexo.
Ejecutivo pone «discusión inmediata» a proyecto de eutanasia
Desde el 1 de junio de 2022, el Ejecutivo ha puesto distintas urgencias al proyecto de ley sobre eutanasia. Actualmente este proyecto de ley tiene urgencia de “Discusión Inmediata”, que es la más rápida de todas.
A pesar de que la “eutanasia” no se encuentra dentro de las principales preocupaciones de los chilenos, el Gobierno ha decidido priorizar su propia agenda ideológica, que poco se relaciona con las urgencias de la sociedad y las injusticias que se deben corregir.
Este proyecto atenta en contra de la dignidad humana, a pesar de que hay quienes que se refieren a la eutanasia como una forma de “muerte digna”. Sin embargo, no es así. La dignidad humana no se pierde por el sufrimiento o por la enfermedad.
La eutanasia implica disponer de algo que no es disponible: la vida humana. Es un acto intrínsecamente malo e injusto, que no admite aprobación en ningún caso y en ninguna circunstancia. Una norma que lo consagre no sería una genuina ley, sino corrupción de ley.
Otros problemas del proyecto:
1- Los cuidados paliativos no son un requisito para acceder a la eutanasia.
2- No se exige una evaluación biopsicosocial por parte de un equipo de cuidados paliativos.
3- Se obliga a los objetores de conciencia a derivar al paciente a un centro donde sí realicen eutanasias y únicamente se reconoce el derecho a la objeción de conciencia personal e institucional para las instituciones privadas de salud.
Te invitamos a profundizar más sobre este proyecto de ley con la investigación de nuestro equipo aquí.
Abogada de Comunidad y Justicia explica los aspectos críticos del proyecto ley sobre el “derecho de las mujeres a una vida libre de violencia”
La iniciativa, que se tramita actualmente en la Comisión de Constitución del Senado, se basa en una concepción errada de la mujer y su relación con el hombre.
El 19 de octubre, ante la Comisión de Constitución del Senado, nuestra abogada Daniela Constantino expuso acerca del proyecto ley sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia (Boletín 11.077-07). Una iniciativa de la expresidenta Bachelet que, con la excusa de proteger a la mujer, presenta varios aspectos críticos y cuestionables.
“Al igual que en decenas de proyectos de ley que se encuentran en tramitación, uno de los pilares de este proyecto es la ideología de género y, aunque en el articulado se encuentran aspectos positivos, el texto está teñido de conceptos, diagnósticos y derechos que pretenden “avanzar” en la imposición de dicha ideología”, explicó Daniela Constantino.
Te invitamos a profundizar más sobre este proyecto de ley con la investigación de nuestro equipo legislativo aquí.