El por qué de una Agenda social

La Doctrina Social Iglesia es integral y busca iluminar a todo el hombre y todos los hombres. Por eso no debe extrañar que durante estos meses de pandemia, el equipo legislativo haya dedicado varias horas de esfuerzo al análisis de proyectos sociales que vayan en ayuda de nuestros compatriotas más desfavorecidos.

Mucha gente asocia Comunidad y Justicia a la defensa de la mal llamada “agenda valórica”: aborto, identidad de género, matrimonio entre personas del mismo sexo, etc. En efecto, los pilares de nuestra ONG son, sin ir más lejos, la defensa de la vida, la familia y la libertad religiosa. El énfasis es razonable considerando que muy pocas asociaciones dedican tiempo y esfuerzos profesionales a la defensa de estos bienes no negociables -según la expresión del magisterio de la Iglesia- para avanzar hacia un desarrollo humano integral.

Dicho lo anterior, la finalidad de nuestra ONG es la defensa y promoción de los Derechos Humanos desde la Doctrina Social de la Iglesia (DSI). Es por eso que la preocupación por la vida y la familia también se convierte en interés por su defensa económica en momentos de mayor vulnerabilidad económica, como hoy.

Con esa comprensión a la base, el equipo legislativo ha monitoreado algunos proyectos con perspectiva de ser aprobados y que a nuestros ojos, podrían ser un aporte al Bien común. Es el caso del proyecto de regulación de las condiciones laborales de tele-trabajo del Senador Ossandón o la extensión del post-natal durante la pandemia.

«La finalidad de nuestra ONG es la defensa y promoción de los Derechos Humanos desde la Doctrina Social de la Iglesia. Es por eso que la preocupación por la vida y la familia también se convierte en interés por su defensa económica en momentos de mayor vulnerabilidad económica, como hoy.»

Durante el mes de abril el equipo legislativo dedicó varias horas de trabajo al estudio del caso fortuito fuerza mayor, una posible causal contemplada en el Código Civil para poder rescindir de una obligación contractual. En efecto, cuando a comienzos de abril se abrió el debate sobre esta cuestión, aparecieron muchos proyectos que involucraban directa o indirectamente esta figura (educacionales, laborales, arrendamiento etc.). Vicente y Daniela se enfocaron en el estudio de esta causal en general, esperando ayudar a así a precisar los efectos jurídicos de esta causal.

Para nuestra alegría, algunos de los proyectos en cuestión parecen ser razonables. Por ejemplo, el proyecto de los Senadores Huenchumilla, Harboe y Aravena, podría ser un buen aporte a futuro. No obstante, se encuentra en las primeras etapas de la discusión, por lo que todavía queda mucho camino como para aventurar un resultado. Por eso mismo no pretendemos bajar la guardia: seguimos alertas a este y otros proyectos, sabiendo que siempre pueden aparecer indicaciones con problemas de fondo y forma.

Por último, el área legislativa ha aprovechado estos meses de pandemia para pensar en políticas de más largo plazo. En esa linea, nuestra asesora Daniela Constantino trabajó en un minuta sobre políticas de familia que podrían constituirse en ayudas más estables para las familias ante esta y otras emergencias.

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