SEÑOR DIRECTOR:
La siguiente semana se votará en general -en la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados- la reforma a la “Ley Zamudio”.
La iniciativa contiene aspectos preocupantes. Establece una concepción de igualdad y no discriminación arbitraria extraña a nuestro sistema, al desvincular la discriminación con el ejercicio de derechos fundamentales. Además, invierte la carga de la prueba en perjuicio del demandado. Por si lo anterior fuera poco, aumenta el tope de la multa que se puede fijar en contra del que discriminó arbitrariamente, pasando de 50 a 500 UTM. Ni siquiera las penas pecuniarias del Código Penal son tan altas.
No hay que olvidar que bajo la aplicación de la Ley Zamudio se ha demandado a trabajadores, organizaciones sindicales y a una importante cantidad de personas comunes y corrientes. Ellos pueden ser víctimas de las injusticias de este proyecto de ley.
Gustavo Baehr
Abogado del área legislativa de Comunidad y Justicia