En esta 13° edición de nuestra editorial, Vicente Hargous reflexiona sobre la segunda vuelta presidencial, la cual ¿coincide? con el 95° aniversario de la coronación de la Virgen del Carmen durante el pontificado de Pío XI como Reina de nuestro país. Al final, su Inmaculado Corazón triunfará.
Pesimismo, incertidumbre, miedo… Son las actitudes que muchos chilenos tienen, a ambos lados del espectro político, con razones más que justificadas. Unos no piensan que vaya a ganar su candidato y temen (con mayor o menor fundamento) un gobierno del otro lado de la vereda. Algunos están inquietos por las altas probabilidades de que gane Kast, debido a su triunfo en primera vuelta; y otros por las de Boric, pues las encuestas ―que la última vez fueron acertadas― le asignan una mayoría considerable. Muchos otros se sienten pesimistas por motivos económicos, sociales o morales. Varios se inquietan por los posibles desenlaces del proceso constitucional en curso, por la inestabilidad económica o por la violencia. Sea cual sea la razón o su fundamento, muchas personas están preocupadas por el futuro de Chile.
Hay coincidencias de fechas que pueden parecer simplemente eso: coincidencias. Pero, como decía León Bloy, «la casualidad es la Providencia de los imbéciles», y así ya lo recordábamos en la primera vuelta, que coincidió con la fiesta de Cristo Rey. En dicha solemnidad celebramos el Reinado social de Cristo, su dominio absoluto, también en cuanto hombre, sobre todas las cosas, incluyendo los asuntos temporales. Una fecha que fácilmente nos lleva a pensar en el devenir político. Pues bien, para nuestra sorpresa, también la segunda vuelta de las elecciones coincide con una fecha de indudable simbolismo: el 19 de diciembre se cumplen 95 años de la coronación de la Virgen del Carmen como Reina y Patrona de Chile.
La devoción mariana ha marcado a nuestra Patria desde su mismo nacimiento, en 1541, cuando su imagen se abría paso a lomo de cabalgadura, presidiendo las huestes de don Pedro de Valdivia.1 Esta es la imagen que se conserva hoy en la iglesia de San Francisco. Se cuenta también que antes incluso ya había una ermita dedicada a nuestra Señora del Carmen en la Tirana. Los albores de nuestra historia vieron también la aparición de la Virgen del Boldo en 1599, que protegió al ejército cristiano de Penco. Pero mucho más conocida ha sido la devoción a la Virgen del Carmen, que ya era potente en el siglo XVI. Se trata de una tradición muy anterior a nuestra emancipación como nación, lo que no quitó que ella subsistiera y creciera con cada vez más fuerza. Desde un principio fue invocada como Jenerala de nuestras Fuerzas Armadas y, a petición popular, en 1923 el Papa Pio XI la declaró Patrona de Chile. Nuestro más grande héroe, Arturo Prat, también fue ejemplar en este aspecto, pues recibió la gloria de su martirio portando el escapulario del Carmen. A ella la quisimos coronar un día como Reina, en presencia de más de 400.000 chilenos, en el que en aquel entonces era el Parque Cousiño.
Bajo el manto de la Virgen del Carmen hemos crecido como chilenos, y a su amparo nos hemos acogido en los momentos de dificultad. En estos tiempos de crisis, podemos confiar en que lo que sea que nos deparen los destinos de Chile será para mejor. No significa que vendrán tiempos mejores en un sentido meramente material, pero sí que podemos estar tranquilos, porque no estamos y nunca estaremos solos.
Ella nos protegerá si confiamos el Ella ,
la Virgen del Carmen
Pero también nos pide mucha oración y
el rezo del Santo Rosario
Amén
Sí, nada es casualidad, no elegimos nuestros padres, ni ellos a nosotros, ni nosotros va a nuestros hijo, ni el despertar cada mañana, Y está nuestra Patria ha estado bajo el Amparo de Santísima Virgen, porque un día a ella se le mando decir ‘Bendita eres entre todas las mujeres». Su hijo nuestro Señor Jesucristo, nos pidió una Fe fuerte, nada de tibieza, y nos dijo pedid y se os escuchará. Porque sabe de nuestras debilidades.
En este maravilloso día, que la Virgen de Carmen reciba nuestras solicitudes, porque el enemigo se gusta de nuestra tibieza.
Y todos queremos un bien para todos.
Roguemos a María Madre, a nuestra patrona la Virgen del Carmen, que convierta a los enemigos de su iglesia en Chile, que nos de paz en medio de las tribulaciones.
Maria Madre de Chile , salva a tu pueblo que clama a ti. Somos todos buenos hijos tuyos, al nacer, la mayoría fue encomendado a Dios Padre, a Dios Hijo, a la Virgen María.
Por FE, por Historia, por esas coas de Dios y de su Madre Inmaculada, por todo lo que nos ha protegido, hoy no debemos dudar sino que rezar con máyor devoción a nuestra Patrona y Madre, la Reina de Chile ,que salve a su pueblo , que clamando le promete fidelidad, virtud que debemos cumplirle, por el sufrimiento y sacrificio de su Amado Hijo.. esre pueblo debe agradecerle su permanente protección en los momentos más duros de nuestra Historia. Hoy en el Aniversario Número 95, como Patrona de Chile, no debemos dudar que Ella hará lo mejor para sus Hijos Chilenos.